viernes, 2 de marzo de 2012

Hoy he comprobado fallidos mis intentos de olvidarte.Te soñé en mi cama, junto a mi, y sentí tus besos tan cálidos y suaves como antes...
Me refugiaba en tu pecho y me deleitaba en tu sonrisa, como si hubieras vuelto...
Toadvía conservaba en el sueño el susto acostumbrado de perderte,
y al despertar quedó la angustia de tu ausencia, la resignación a conservarte como recuerdo y la frustración de una despedida más real que este esqueleto que se añeja.
Hoy me toca reconocer que te he extrañado cada día que no has estado y que no logro aceptar tu improbable regreso.

No hay comentarios: