lunes, 16 de junio de 2008

Mi país

Mi país grita en consonantes,
y sus quejidos subyacen en las laderas devastadas de sus campos.
Mi país tiene hambre de escuelas,
Y esqueletos cabizbajos de profesores.

Mi país suda de ignorancia,
y guarda tras bastidores su destino,
En mi país la tecnología avanza,
Cual avanza la pobreza e incrementan los mendigos.

Mi país es un país de frente alta,
De hombres dignos y valientes,
De hombres que amanecen y se acuestan
Con un cable entre los dientes.

Mi país se sabe levantar del fango,
Pero está condenado a beber agua de cenizas,
Mientras la educación se negocie
Por cualquier propuesta populista.

En mi país se desprecia la lectura y se desconoce al artista,
Discrimina al técnico y se ignora al escultor,
Mi país se embriaga en su ignorancia,
En mi país, a veces, enmudece el escritor,

En mi país es un tesoro el hombre labriego,
Demasiados peregrinan con la vagancia
Pero en el corazón de muchos,
Mi país es un jardín de esperanzas,
Con flores regadas por las lágrimas del que quiere y no puede,
En mi país muchos o comen, o leen;

Mi país es una historia de cuentos, que se dibuja y a veces asusta.
Mi país exige entrega,
Compromiso;
Está cansado del cinismo de aquellos que se adueñan del saber para explotar a los ignorantes,
Mi país,
Quiere caminar hacia adelante,
Sin sarcasmos, con orgullo,
Con hombres que esté dispuestos a dar una dosis de lo suyo
Para dejar una huella en el tiempo;
Mi país es un país sediento
de educación y futuro.