Tengo tanto que no escribo y tanto miedo a equivocarme
que no sé si rescatarme de este desorden vacío.
Ya ni el poema es lo que era,
Ya ni lloro ni sonrío.
Ya no hay sol, ni hay luna nueva
Perdí la agilidad de mis dedos con la claridad de mis ideas.
Sólo me deleito en lo que leo,
(Ya que es poco lo que escribo)
Porque así no pongo mi alma en juego…
Es otro el que con sus secretos expuestos
Delata lo que llevo escondido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario