Nuestro corazón tiene que ser más grande que nuestras manos;
nuestra voluntad debe ser más fuerte que nuestro cuerpo,
Nuestro deseo, más ferviente que nuestro llanto,
Nuestra fé más poderosa que nuestro miedo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario