Ayer noté un velo en tus ojos. Tal vez la realidad me pellizcó el cachete. Creo que me quitó la máscara y me colocó bifocales. Le comento a mis entrañas las reflexiones de mi ingenuidad y trato de no lacerarme a causa de mi testarudez.
Siempre he sido yo la ilusa, la que sueña, la que anda con el corazón a retorteros coleccionando sueños y musas, que eventualmente… se burlan de mí y se esfuman. Pero sí, no cambio… sigo siendo yo. Auténtica en imperfecciones, confeccionada a base de trazos truncados y colores terciarios, recolectora de migajas.
Las reflexiones terminan siendo infértiles, porque sigo siendo la misma tonta de siempre, la misma insatisfecha de siempre... incorregiblemente yo.
domingo, 14 de febrero de 2010
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