La fe se va perdiendo,
Y caricias que nacen se van desperdiciando.
Aún ayer deseaba tus manos en mi rostro, y añoraba tus ojos clavados en mis ojos; sin palabras, y hablarnos como otras veces.
Aún ayer tenía tantas ganas de tenerte cerca, y de sentir tu olor mientras dormía, ¡era absurdo!
Tan absurdo como mis letras, tergiversadas y confusas en estos siglos;
Mi mirada se torna más abstracta.
Algún día entenderé cómo se desenredan los sueños,
Y como se transforman y renuevan los sentimientos.
Hoy… todo carece de sentido;
Sólo tengo el recuerdo de tu nombre haciendo eco en mi cabeza,
Y me mantiene despierta pensando aún en tus manos, en tus ojos, en tu espalda y en tu piel.
Que ridículo empeño de amar sin importar lo que cueste,
De desbordar lo que el corazón contiene
Y de jugar con las ninfas de mi póstumo castigo.
Pero a veces creo que eso es la vida: sueño, camino, sonrisas
Tal vez mañana se acabe
Hoy, todo carece de sentido;
Solo tengo el recuerdo de tu nombre haciendo huecos en mi cabeza
Y recurro al desvelo para estar contigo.
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