martes, 22 de enero de 2008

Hoy intenté escribirte algo y mis palabras se escondieron bajo el colchón...
Traté de amarrar mi lengua para no martirizarme tanto con tu historia
y de ocultarle a mis labios lo mucho que te extrañaban... pero se escaparon y corrieron a la superficie de mis ojos, delatando mi irremediable orgullo de tenerte cerca.

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