Hoy te vi llegar
resplandeciste la iris de mi vida
y diste luz a mis sueños
cual Sol del más cálido verano.
Hoy te sentí cerca... muy cerca
y me provocaste un suspiro delator,
una fantasía silvestre.
Hoy sostuve tu mano y me vi en tu pupila...
sonreíste, me miraste y te miré.
Luego tiré mi mirada al piso
para no revelar el salto de mi estómago
al imaginarme en tus labios...
al perderme soñando en tu piel.
Hoy me hablaste...
y sonaron tus palabras como canción,
como poesía
haciendo florecer girasoles en mi frente
preñando de acordes mis letras.
Hoy te vi llegar
resplandece la iris de mi vida...
aún me guardas de la nostalgia.
Ojalá en mi vida fuese siempre este verano cálido
donde el sol de tu presencia no menguase...
donde las noches son escondites diurnos
para amarnos más de cerca y con menos disimulo.
martes, 18 de septiembre de 2007
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